La globalización ante el terrorismo

Thomas L. Friedman

   Algunos alegan que el ataque terrorista contra las torres gemelas de Nueva York anunciaba el fin del proceso de integración financiera, comercial y tecnológica mundial conocido, comunmente, con el término "globalización".  Pero una cosa que sobresale de este acontecimiento es el hecho de que los terroristas se originan de las esquinas menos globalizadas, menos abiertas, menos integradas del mundo: principalmente Arabia Saudita, Yemen, Afganistán y el noroeste de Pakistán.  Los países que no intercambian bienes y servicios también tienden a no inercambiar ideas, pluralismo o tolerancia.
   Pero quizás la razón más importante de por qué la globalización está "vivita y coleando" después del gran ataque terrorista del mes de septiembre del 2001 es que mientras estudiantes universitarios y académicos mimados en el Occidente siguen debatiendo sobre si los países deben globalizarse, los países más grandes del mundo, la India y la China--que representan un tercio de la humanidad--hace tiempo que dejaron esa interrogante.  Decidieron que abrir sus economías al intercambio de bienes y servicios es la mejor manera de sacar a su gente de la pobreza abyecta, y ahora se enfocan en simplemente cómo globalizarse de la manera más estable.  Algunos prefieren ir más rápido mientras otros desean retirar paultinamente los controles de moneda y subsidios.  Pero ya se acabó el debate sobre la dirección que deben tomar.
   "La fatiga de la globalización todavía está en evidencia en Europa y América, mientras que en lugares como la China y la India, se encuentra un gran deseo de participación en el proceso de expansión económica", dice Jaiam Ramesh, el principal asesor económico del Partido del Congreso Indio.  "Estamos encontrando maneras de globalizar a nuestra manera.  Puede significar un crecimiento un poco más lento en el interés de una estabilidad social, pero así será.  Acabo de pasar una semana en Alemania y tuve que escuchar a todas estas personas contándome cómo la globalización está destruyendo la India, produciendo aun más pobreza, y les dije: 'Miren, si quieren discutir sobre ideología, podemos hacerlo, pero al nivel de los hechos simplemente están equivocados'".
   Esa verdad es más sorprendente en Bangalore, el "Silicon Valley" de la India, donde cientos de miles de jóvenes indios, la mayoría de ellos de clase media, de pronto tienen más movilidad social, motoras y apartamentos luego de asistir a colegios técnicos y unirse a las compañías indias de programación e ingeniería que proveen apoyo e investigación para las principales empresas del mundo, gracias a la globalización.  Los funcionarios de Bangalore dicen que cada empleo técnico produce 6.5 empleos de apoyo, en construcción y servicios.
   "La tecnología de información ha hecho millonarios de personas comunes (de la India) debido a su capacidad mental solamente, sin casta, sin tierra, sin herencia", dice Sanjay Baru, editor del Financial Express.  "La India simplemente está comenzando a darse cuenta de que en este proceso de globalización tenemos una ventaja inherente".  ¿La mayoría de los indios todavía viven en aldeas pobres?  Por supuesto.  ¿Todavía necesitamos hacer la globalización más justa al atraer a los países occidentales ricos a abrir más sus mercados a aquellas cosas que los países pobres pueden vender mejor? Pues, claro.
   Pero el punto es el siguiente: el debate sobre la globalización luego del ataque terrorista de Nueva York es bastante estúpido.  Se destacan dos verdades sencillas: (1) La globalización tiene sus bajas y altas, pero los países que van a ella con las instituciones y gobierno correctamente en línea pueden sacar lo mejor de ella y aminorar lo peor; y (2)  los países que son sensibles a la globalización se están abriendo más políticamente con más oportunidades para sus ciudadanos y, como consecuencia, cuentan con una generación joven más interesada en unirse al sistema mundial que en descartarlo.

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El San Juan Star (octubre, 2002)